Las juzgo idénticas: a las palabras.
Cada día nos parecemos más a una ratonera, o quizá yo cada día me vuelvo más ratón que mujer y mi pequeñez me come viva mientras me retuerzo en una agonía autodidacta, laberinto autoimpuesto para escapar en el encierro ¿a la vida? ¿a crecer, ser una adulta? ¿a la soledad? ¿a la crueldad? ¿¡a las exigencias y convenciones sociales!? a mi...